La Marina Real británica incorporó a su flota el HMS Anson, un submarino de ataque de propulsión nuclear de clase Astute, del cual afirmó que es el “más avanzado del mundo” en su tipo, según un comunicado publicado este miércoles en su página web.
El texto indica que la nave, que costó cerca de 1.510 millones de dólares, es capaz de recopilar información vital, de proteger a otros buques de la Armada del Reino Unido frente a amenazas provenientes de arriba o abajo del agua y de destruir la infraestructura militar enemiga con una precisión milimétrica.
¿Qué más puede hacer?
Armado con una combinación de hasta 38 torpedos Spearfish y misiles de crucero Tomahawk Block V, el HMS Anson puede eliminar barcos y submarinos enemigos, destruir objetivos terrestres a una distancia de hasta 1.610 kilómetros y poner en marcha y luego recuperar equipos de reconocimiento y asalto de la Marina real británica, entre otras capacidades.
“Dado el mundo en el que vivimos, no hay una herramienta más importante en el arsenal del Reino Unido: silenciosa, invisible e instrumento clave de nuestra Marina Real global, moderna y preparada”, aseveró el almirante Ben Key.
Asimismo, indicó que está a la vanguardia en diseño y construcción de submarinos, lo que le garantiza una ventaja operativa en el espacio de batalla bajo el mar. “Los submarinos nucleares de la Armada Real protegen la infraestructura nacional crítica, aseguran la disuasión nuclear y están listos para utilizar potencia de fuego contra aquellos que nos querrían hacer daño”, precisó.
“Será la envidia de las naciones”
El comandante David Crosby, primer oficial al mando de la embarcación, aseguró que el HMS Anson es el mejor submarino de la clase Astute que exista hasta la fecha. “Ante la dura competencia, es una afirmación atrevida, pero lo creo por completo: tendrá éxito en las operaciones durante los próximos años y será la envidia de las naciones de todo el mundo”, declaró.
Por su parte, el comodoro Paul Dunn, nuevo jefe del Servicio de Submarinos de la Marina Real británica, aseguró que la puesta en servicio de este nuevo componente supone un “hito importante” tanto para la serie Anson como para todo el cuerpo de submarinos de su país.
La nave, que pesa 8.000 toneladas y requirió 11 años de construcción, permanecerá durante varias semanas en un astillero de la ciudad inglesa de Barrow-in-Furness, para someterse a controles, pruebas y ajustes finales en su sistema antes de zarpar hacia su futuro hogar, la Base Naval de Su Majestad en Clyde, situada en Faslane (Escocia, Reino Unido), donde se preparará para las pruebas en el mar.
Texto RT en español
Fotos Royal Navy
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