La familia es la base de la sociedad. Una base sólida, una edificación sólida. Una familia unida, una sociedad unida. Es por ello que deseo compartir con usted estos consejos que nos ayudarán a fomentar la unidad en nuestra familia.
Una de las maneras de estar unidos es cuando somos buenos administradores de nuestras finanzas, porque la falta de ellas, llevan a pleitos y contiendas. El peligro de cargar los gastos a la tarjeta de crédito nos acecha cual león rugiente buscando devorarnos. Pensemos bien antes de incurrir en gastos que luego nos impidan cumplir con las obligaciones reales que tenemos para con la familia, la obra del Señor y el prójimo. Evitemos que la cuesta de enero sea tan empinada financieramente que no podamos subirla.
La verdad es que la mayoría de las personas no necesitan más cosas materiales, pero sí mejores
relaciones interpersonales.
Por eso Proverbios 10:12 dice que “El odio es motivo de disensiones, pero el amor cubre todas las faltas.” En una familia o en cualquier relación humana siempre habrá momentos difíciles, porque toda relación tiene sus desafíos porque somos gente imperfecta. Dios sabe que la gente perfecta no existe y que todos fracasamos. El amor de Dios por nosotros es más grande que nuestros errores; Dios ama a la gente imperfecta. Todo el mundo sabe que su cónyuge no es perfecto, que sus hijos no son perfectos, sus padres no son perfectos, pero amamos a personas imperfectas y, si amamos a personas imperfectas, tal vez no debería sorprendernos que Dios ame aún más a las personas imperfectas. Al pasar el tiempo causamos tensiones en el otro, lo desilusionamos con nuestra manera de ser o actuar y a veces nos quedamos pensando que ya no nos gusta el otro. Ante tal situación se nos presenta una disyuntiva y tomaremos uno de dos caminos. El camino del odio y el enojo o el camino de amar “a pesar de”. Amemos incondicionalmente, así como Dios nos ama.
Proverbios 14:26 también nos dice que “El temor del Señor es un baluarte seguro que sirve de refugio a los hijos.” Un baluarte es una construcción o recinto fortificado para resistir los ataques del enemigo. Un castillo es utilizado como un baluarte. Vivir de esta manera da a nuestros hijos y amigos un sentido de seguridad y un lugar de refugio. Sabrán que al buscarnos siempre nos hallarán, así como el hijo pródigo encontró a su padre amante en su hogar.
Otro consejo lo encontramos en Proverbios 17:1 que dice “Más vale comer pan duro donde hay concordia que hacer banquete donde hay discordia.” Concordia significa “Acuerdo o armonía entre personas o cosas.” Discordia significa “situación en la que hay falta de acuerdo o conformidad entre personas que a menudo conviven o se relacionan de algún modo.” Por supuesto que a veces buscaremos el acuerdo y nos toparemos con la recia o necia voluntad de alguno que no querrá recibirnos y nos quedaremos como Jesús, llamando a la puerta, pero sin que la abran para entrar y cenar juntos. Por eso Romanos 12:18 dice “Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.” Lo importante es intentar hacer la paz. Así que el Señor que conoce nuestros corazones sabe de nuestras intenciones por vivir en acuerdo y en armonía, pero a veces nos lo impide la otra parte.
Muchas familias luchan por llegar a ser cada vez más afluentes y acomodadas, por vivir en mejores y más lujosas casas, por acumular una propiedad llena de aparatos electrónicos, bonos, acciones, carros, toda clase de vehículos y variadas posesiones. A pesar de ello su infelicidad es la que se acrecienta y también sus problemas. Apaguemos la bulla y disfrutemos la quietud leyendo juntos, conversando, comiendo, recordando, descansando, saliendo a caminar, orando, meditando. La vida de una persona no depende de los bienes que tiene sino de las buenas relaciones que mantiene.
Autor: Dr. Jorge H. López
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