La expulsión para todo aquel marero que sea identificado dentro de un centro educativo, sea público o privado, es una de las propuestas que se discutió en el Congreso de la República en los protocolos para la prevención y protección de la niñez en colegios, escuelas o institutos con la finalidad de hacer la unificación de criterios para su inmediata implementación.
Esta sería una de las sanciones más severas para un estudiante dentro de una institución educativa, además de que si el alumno tiene un comportamiento violento, lo mejor es aplicarle la educación a distancia.
Antonio Balam, presidente de la Asociación Desafío indicó que hay que dar acompañamientos psicológicos con los adolescentes cuando se da la violencia en algún centro de educación sea privado o público.
La diputada Lucrecia Marroquín de Palomo aseguró que hay miedo a las maras y por eso no se denuncia en las escuelas y menos a las autoridades educativas y Policía Nacional Civil PNC.
Balam quien fue director de un colegio evangélico hizo ver que ha tenido que dialogar con jóvenes violentos para calmar la situación, pero que es necesario evaluar hasta dónde es esto posible.
Texto: Francisco Javier Hurtarte






 
                     
                    